dimarts, 2 d’octubre del 2012

Phu Quoc

Como ya comenté, decidí venir aquí para relacionarme un poco, que llevaba unos días algo antisocial y con contacto practicamente local, y la necesidad de compartir impresiones con otros occidentales apretaba... después de Hon Chong era lo más normal, imagino. La otra razón para venir aquí era tirarme en la playa y coger fuerzas para lo que me esperaba en Camboya, aunque el maldito monzón no ha querido darme ese placer.






La isla está situada en el Golfo de Tailandia y es motivo de disputas entre Tailandia, Camboya y Vietnam. Los dos primeros la reclaman como suya. Una maravilla para los ojos, vegetación tropical, aldeas enanas, carreteras sin asfaltar, un lujazo de esos que me gustan tanto. Lástima que estén construyendo resorts y complejos hoteleros a lo largo de la linea de playa, a lo Valencia style. En 5 años se habrá convertido en la nueva Phuket y en un lugar insoportable para gente como yo. Pero de momento aún es agradable (también influye que esté casi vacía por ser la rainy season).  




Mi objetivo se cumplió, ya en el ferry con aquello de si alguien conoce algun hotelillo barato majo acabamos formando una mini familia de esas que haces cuando viajas (qué pequeño es el mundo, entre los que nos juntamos había una pareja de Jena!). Y es que tanta lluvia solo nos permitía sentarnos en el bar de la playa a leer, jugar a cartas y hacer intentos de paseos. Por cierto, 10 dólares por una cabaña en la playa, no está mal.



He seguido hasta Camboya, a Phnom Penh, y de momento me está encantando... creo que me quedaré el resto del viaje en este país. Y es que eso de ver gente encima de los autobuses, que vengan 300 mototaxis y conductores de tuk tuk a perseguirte, cierta influencia hindú y mucho budismo, que tengas que negociar cada cosa que compras/usas ... todo eso me tira demasiado, no sé a que me recuerda (si es que estoy en mi salsa) ;). Lo curioso es que me parece mucho más agradable y tranquilo, y algo más occidentalizado, pero a la vez, más intenso y auténtico que Vietnam y más alegre, que la gente sonríe mucho.
Ya en la frontera, donde pasas por tres controles de pasaporte (cada uno intentado llevarse algo de tu monedero si cuela...) en cabañas de madera en medio de campos enfangados pensé: esto me va a gustar :p. Solo tuve que observar el paisaje hasta Phnom Phen: vaya preciosidad de verdes, de colinas, de vida rural, de templos khmeres... pero sobre todo, de verdes. Me ha impresionado muchísimo.  





5 comentaris:

Sara y Marta ha dit...

Que bonito!!!
Pregunta curiosa, que es eso circular con lo que juegan los niños?? Es una mini barca?
Y ya para acabar, en la última foto, que lastimica de vaca anoréxica... no?

mj ha dit...

jeje, a mi también me ha llamado la atención la barquita y la pobre vaca famélica, pero no sólo eso. Todo parece precioso, paisaje, templos y también tus comentarios empiezan a recordar otros viajes, ya sabes.

Besitos.

Lara ha dit...

Sí, es una barca de pescadores.
Y todas las vacas tienen esa apariencia en Camboya, pobretas.

Lara ha dit...

lo de la última foto no es un templo, es una casa de los espíritus de los qie ya no stan. Toodas las casas tienen una y les ponen bebida, comida e incienso cada mañana.
Qué es lo que ya sé?????

mj ha dit...

Pues sí, pobre vaquitas y no será porque no tienen pastos, debe de ser su costitución.
Respecto al templo, debo estar confundida, crei que era una pagoda y que éstas tenían origen religioso, de ahí que me refirieera a ellas como templos. Ayssss, todo se olvida, o se confunde. Pero bueno, son muy bonitas!
Que qué es lo que ya sabes? Pues eso, que tus comentarios empiezan a tener el suquillo curioso por las anécdotas de los de la India.
¡Hay que ver! :)
Besotes.